John Talabot protagoniza la portada del número de Diciembre de la revista Go Mag. En el interior, una extensa entrevista a cargo de Marc Piñol.La fotaza es de Adrià Cañameras.
John Talabot protagoniza la portada del número de Diciembre de la revista Go Mag. En el interior, una extensa entrevista a cargo de Marc Piñol.
La verdad es que el término “hypnagogic pop” se me escapa un poco. Bueno, miento. Se me escapaba hasta que esta mañana el gran Javier Blánquez me ha resumido en 2 minutos de que se trata. Y resulta que llevamos escuchando este género desde hace tiempo ya (pioneros como John Maus o Ariel Pink). Ai, las etiquetas musicales, ese mal necesario, algo que parece obsesionar a un grupo de la población pero que nosotros, sinceramente, nos preocupa poco. Vamos a quedarnos con la música.Todo esto viene a cuento de un disco que he descubierto recientemente y que, según parece, forma parte de ese “movimiento”. Se trata del debut de Autre en Veut, una banda-de-un-sólo-hombre de Nueva York que hace canciones que remiten directamente a los 80. Si, otra vez los 80. Pero la grácia de este disco y de otros muchos de este nuevo “género” es que en vez de volver a las mismas referencias de siempre se centran en las melodías que poblaban las radios mainstream de la época para presentarlas desde otra perspectiva. Si, lo que escuchábamos en las radios de los coches de nuestros padres cuando eramos renacuajos pero barnizado de otro modo. Dónde antes todo era Hi-fi, aquí todo es Lo-Fi, dónde antes todo era afectación impostada aquí es apasionamiento sincero, lo que antes era pop de plástico ahora es pop visceral. O eso es lo que cuentan. Ya decíamos que esto de las etiquetas a veces es difícil de comprender. Pero volvamos al disco. Editado por Olde English Spelling Bee, sin duda uno de los sellos que más a dado que hablar este año y que está capitalizando muchos de estos lanzamientos “hipnagógicos”, en él encontramos todo tipo de influencias; del Soul sintético á la Prince al R&B noventero pasando, claro, por el pop de radiofórmula. Cosas la mar de conocidas que en manos de este misterioso músico logran sonar frescas. Canciones simples que, sin duda, tocan la fibra. Y, al final, esto es lo que importa, no?
Aquí van un par de temas del disco.
Si algo nos gustaría en Hivern es que dentro de, por ejemplo, 7 años, al escuchar nuestras primeras referencias nos siguieran gustando tanto como el primer día. El don de la atemporalidad es algo difícil de conseguir en una música tan mutante y pendiente de nuevas ramificaciones como la música de baile. Por eso lo valoramos tanto. Un buen ejemplo de track atemporal es esta canción de Max Mohr que colgó JT hace unos días en su Facebook. La editó Playhouse en 2004 y, por lo tanto, se enmarca en plena efervescencia micro-house. Pero la verdad, esto no es micro-house ni leches. Esto es música grandiosa, que emociona como el primer día. Lo jodido del caso es que, desde entonces este productor prácticamente no ha dado señales de vida. We're are you Max? We want mohr!!!! ;P
Hay artistas que, por una razón o otra, graban una obra maestra y después desaparecen del mapa (o casi). Este es el caso de Connor Kirby-Long. Era 2004 cuando Type editó “Handwriting”, un álbum que se cuenta entre mis favoritos de la década. Estaba firmado por un tal Khonnor, por aquél entonces un chaval de 17 años que había grabado el disco en la soledad de su habitación, con un equipo realmente precario. Un PC cualquiera, una guitarra y un cutre-micro de esos que venían antes con los ordenadores le bastaba a este chaval de Vermont para volcar su teen angst en un disco que es belleza en estado puro. Influencias de Fennesz, Jim O'Rourke, el shoegazing, Sonic Youth i el indie pop se mezclaban en canciones que eran postales descarnadas sobre los sentimientos de un joven que no acababa de entender el mundo que le rodeaba. Puede que técnicamente el disco dejase mucho que desear, que no se entendiera lo que cantaba, que algunas letras sonaran ingenuas, pero joder, pocos discos más honestos y viscerales he escuchado en mi vida. Se notaba que le salía directamente del corazón, sin pretensiones ni cortapisas. Un disco de esos para escuchar de noche, con cascos y recostado en la cama. Llegué a verle en directo, en el Sonar de 2005, y, aunque creo que las críticas no fueron muy buenas, a mi me gustó. Pero desde entonces...nada. Ha seguido editando discos, álbumes que ha grabado con buenos presupuestos y en grandes estudios en los que ha seguido la senda de los maestros de la experimentación que le han inspirado, también ha seguido editando todo tipo de freakadas lo-fi bajo innumerables alias (Gazza Fagot, Grandma, I Cactus...) pero nada que se acerca ha esa obra monumental que fue su debut. Y eso aún le da más valor. Porque demuestra que fue fruto de alguien a quién sus circumstancias vitales en un momento determinado le llevaron a querer (o a necesitar) sacar todo lo que llevaba dentro en forma de música. Connor creció y dejó de ver la vida con los mismos ojos. Como todos, perdió la inocencia y empezó a comprender como realmente funcionan las cosas. Y con ello, desaparecieron esos sentimientos que uno sólo vive de adolescente; la ingenuidad, la confusión, el pensar que lo mejor está por venir y amor del que duele. Y eso es exactamente lo que fue es disco. Gracias a Type eso quedó plasmado en “Handwriting” para siempre.En este vídeo podemos ver a Khonnor y sus amigos mostrandonos un trocito del lugar donde han crecido


Mucho tiempo sin un post de sampling, no? Vamos a ponerle remedio. Aunque en el caso de hoy parece que se trata más de una “inspiración” que no de un sampleo al uso. La cuestión es que Farley Jackmaster Funk fusiló la línea de bajo del “C'Mon Stop” de Black Gold en su tema “I Believe”, firmado bajo el alias A Black Man, A Black Man and Another Black Man y editado en su própio sello House Records. He aquí la prueba.
Por cierto, el de Black Gold es sin duda uno de nuestros Preludes favoritos, que ya es decir, y tiene una sección que recuerda mucho al “Don't Stop” de K.I.D., que a su vez fue sampleado por Alan Braxe y que ya posteamos en otra entrega de estos sampling posts. Buff, cuanta conexión de golpe. Vamos a parar.
Menudo temarraco se ha sacado de la manga Ben Klock. Lo habíamos podido oír en su sesión para la serie de mixes “Berghain” pero ahora lo podemos disfrutar en todo su esplendor. Lejos de la oscuridad y la tensión que suelen dominar la mayoría de sus lanzamientos, en su última referencia para Ostgut el alemán nos presenta un track de techno con toques IDMescos que remite directamente a los dorados noventa. Combinando contundencia rítmica con una melodía viajera, se trata de una de esas canciones que te hacen botar con una sonrisa en la cara a las 5AM. Muy Grande.No he podido encontrar ningún sitio en la red donde escucharlo completo así que nos tenemos que conformar con los snipets que ofrece Boomkat.
La muy recomendable revista online Playground ha contado con Hivern Discs para la última entrega de su columna Spain is Pain. Que en un mundo (virtual) dominado por la velocidad y la voracidad informativa te den la oportunidad de explicar tu propuesta de manera extensa y reflexiva es un privilegio y una rareza. Es por esto que des de aquí les damos un millón de gracias. Si os apetece conocer un poco más sobre nosotros y disponéis de un rato libre de obligaciones podéis darle aquí y leerlo. Creemos que es una buena entrevista. Esperamos que os resulte tan interesante cómo lo ha sido responderla ;). 


Todos los estilos tienen héroes ocultos, grandes productores que citan los connaiseurs pero que pocos conocen. Gente que pese a editar música grandiosa por alguna o otra razón no logró trascender como si hicieron otros coetáneos. En el caso del Detroit Techno uno de estos personajes es Martin Bonds. Un músico que editó dos maxis seminales a principios de los noventa y luego se evaporó como si nada. Una lástima, porque la música que contenían esos maxis se revela ahora como fundacional en el marco de la nueva ola techno surgido a principios de la década pasada. Todo esto viene a colación de un maxi que se pilló d.a.r.y.l. en Berlín. Se trata de un lanzamiento del sello a.r.t.l.e.s.s. que re-edita “Surkit” el maxi que Bonds editó con el alias Reel by Real en el sello Interface, propiedad de Juan Atkins. Un 12”que además añade nuevas versiones de “Surkit” y un tema inédito que cuenta con la colaboración del propio Atkins, todo restaurado por Don Williams y remasterizado por Redshape. La cuestión es que estos 6 cortes capturan a la perfección el momento en que la tradición de Detroit abrazó los primeros efluvios bleep llegados de Europa. Música que a día de hoy sigue sonando mágica y que demuestran que estamos delante uno de los pioneros. Una pena pues que editara tan poco. Según consta en el oráculo, editó ese maxi, otro en 10 Records y incluyó tracks en alguna recopilación. Precisamente una de esas, editada por Peacefrog, ya fue posteada en el blog hace unos meses. Pero por aquel entonces aún no habíamos podido acceder en condiciones a la obra de este maestro. Así que damos las gracias a a.r.t.l.e.s.s. pero avisamos que la re-dición también es bastante limitada. Habrá que estar atentos.
A continuación algunas de las producciones que demuestran porque uno de los grandes de Detroit. Por cierto, ahora el hombre es plenamente localizable porque comenta en los videos de sus temas en YouTube.
Nuestro amigo Arnau, a parte de co-propietario de Discos Paradiso es un digger de los buenos. Recientemente nos ha descubierto un secreto muy bien guardado en forma de 7”. Se trata de una producción a nombre de Ambar Connection que entraría en la categoría de “Discos de Leyenda”. Firmada por un tal Dardo, es la única referencia documentada por Discogs del sello Drums. Evidentemente no se sabe quién se esconde detrás de tan punzante alias. Uno de esos productores que firmaron un tema brutal y se esfumaron. La canción es cosmic disco con coros épicos y tiene un cierto aire veraniego a la vez que espacial, como si a “Vacaciones en el mar” le cambiaras “el mar” por “la luna”. No es que sea una masterpieza pero si un disco muy codiciado por los disco freaks. Incluso nos han dicho que Loud-E anda detrás de él desde hace años. Y si no lo tiene el holandés es que realmente es difícil de encontrar. En mp3 tampoco hay ni rastro. Es por eso que Na1 lo ha ripeado y nos lo ha cedido gentilmente para que lo compartamos con el mundo. Para que al menos se pueda escuchar.
Después de dos años de ausencia en las cubetas, vuelve Soundstream, el proyecto house de Frank Timm aka Soundhack aka una-mitad-de-Smith N Hack. Y vuelve como siempre, derrochando clase y savoir fare con el sampler. No es casualidad que Soundstream sea una de nuestras series de vinilos de house favoritos; siempre con el punto justo de finura pero con el mismo objetivo; hacer sudar en la pista. Aquí tenéis una nueva prueba. Add to crate obligado.
Este maxi salió hace ya unas semanas y se nos había pasado postearlo. Lo firma Kelpe, productor inglés que hasta ahora había sido una de las puntas de lanza de D.C. Recordings. “Margins EP” lo edita Black Acre y representa un paso más en la evolución de su sonido. Y es que Kel McKeown (así se llama) ha pasado de facturar IDM preciosista a lo BoC ha crear beats que se acercan mucho a la nueva escuela de L.A. Y la verdad es que todo lo hace la mar de bien. Discos más bien reposados como “Sea Inside Body” o maxis más bien locos como “Microscope Contents” son igualmente recomendables. Pero a lo que íbamos; su última referencia nos ha llamado especialmente la atención, sobretodo el tema titular; un collage (argg, da un poco de rabia esta palabra) en el que cabe de todo y más; de un beat ultracomprimido a una guitarra daftpunkera pasando por una línea de bajo mueveculos. Todo bueno. Y encima el propio Kelpe se ha currado un vídeo con imágenes grabadas por él mismo con su Super 8 durante sus vacaciones en California y Nevada. Mola!