Continuamos explorando grandes discos de la historia del ambient, en este caso de acento kraut. “New Age Of Earth” es el primer disco que editó Manuel Göttsching después de acortar el nombre de su proyecto Ash Ra Temple para dejarlo en solo Ashra. Con el cambio de nombre también se produjo un cierto giro estilístico, dejando de lado el componente rock y centrándose en los pasajes ambientales de vocación planeadora. Así fue como en 1976 editó esta maravilla. Confeccionado enteramente con sintetizadores analógicos, apuntes de guitarra y alguna que otra grabación de campo y grabado enteramente por Göttsching (en otros discos de Ashra colaborarían otros mitos de lo kosmische como Harald Grosskopf o su su antiguo compañero Klaus Schulze), se trata de una de esas obras en las que todo suena preciso, adecuado y eterno. Música barroca en la que no sobra absolutamente nada. 48 minutos de belleza prodigiosa que pasan en un abrir y cerrar de ojos mientras te sumergen en un estado de ingravidez emocional que, en según que momentos, se agradece muchísimo. Sin duda uno de los discos de ambient más bien hechos y más bonitos que se puedan escuchar en esta vida.
Oki-Ni es una boutique online que además de vender ropa y calzado molones tiene una interesante sección de podcasts. La serie ha llegado a la entrada número 20 y para ello han invitado al gran Marcel Dettman, el cual ha entregado un mix que nos ha dejado bastante pillados. De hecho, sin duda es el mejor mix de la serie hasta la fecha. Se llama “Seduction”, y con razón. Lejos del techno oscuro y contundente que suele pinchar en Berghain, Dettman presenta una selección centrada en la música que solía escuchar de joven. ¿Y que música marcó al joven Marcel? Pues básicamente sonoridades de corte industrial, el krautrock viajero y las oscuridades varias (The Cure incluidos). El mismo nos explica como fue el proceso de creación del tracklist: ‘I started to check in that special part of my record shelf where I'm normally rarely seen and there I found Cluster - Zuckerzeit, a record which was given to me by my dad because I used to listen to it so often when I was a child. The whole process of putting the tracks for the mix together evolved into an interesting journey through time for me, because there are so many special moments connected with all of these tracks, particularly with the old ones. Eingeschlossen, for example, is taken from one of my favorite soundtracks (Das Boot), produced by Klaus Doldinger.’ Se nota que realmente se trata de música especial para él porque es uno de esos mixes en los que tanto la progresión como el feeling que consigue son de un nivel pielgallináceo bastante extremo. Hechas las presentaciones, solo queda escucharlo. De verdad que es enorme, sobretodo para los amantes de la vertiente más oscura y opresiva de la música. ¡Bravo Marcel! Ah, y lo mejor es que se puede descargar.
oki-ni presents SEDUCTION by Marcel Dettmann
Chris & Cosey Metroeme
Bruce Gilbert Epitaph for Henran Brenlar
Twilight Ritual Tears On The Wall
Kas Product Tina Town
Cluster Fotschi Tong
Severed Heads Legion
The Klinik Suffer In Silence
Raime Retread
The Cure A Strange Day
Klaus Doldinger Eingeschlossen
Front 242 Don’t Crash
Demdike Stare Rain & Shame
Ultravox Rage In Eden
Burning Star Core Hopelessly Devoted
Section 25 The Process
Pink Industry Is This The End?
Vía Pitchfork nos enteramos que nuestros queridos han Blondes han remezclado el tema titular del “Synthesist” de este funambulista de los sintes que responde al nombre de Harald Grosskopf. El remix forma parte del bonus CD que acompaña la re-edición del álbum que edita RVNG la semana que viene. Grosskopf fue batería de leyendas del krautrock más cósmico como Ash Ra Temple o Cosmic Jokers y este fue su debut en solitario en 1980. Se trata de una de las re-ediciones más esperadas de los últimos meses y no es para menos, ya que se trata de una obra maestra del krautrock que viaja entre astros....y para los que se hayan quedado con ganas de saber más. Aquí va la historia (en inglés) del lanzamiento.
Berlin, Germany, summer of 1979, Harald Grosskopf, then 30 years old, was at a personal and creative crossroads. His girlfriend just left him, and Ashra (Manuel Göttsching's "solo" project) was on temporary hiatus. Harald always considered himself a rhythmic accomplice to his numerous collaborators' lead, until prompted by some fellow musician friends to pursue a singular creative vision.
Armed with a MiniMoog and Revox reel-to-reel, Grosskopf set off for the West German countryside that fall and isolated himself in a home studio for almost two months to record Synthesist. The temperamental analog synthesizer and sequencing technology created a long learning curve eventually resulting in a harmonious union of man and machine.
The human response undeniably colors the eight songs of Synthesist and aligns the album with some of the more melodic output of the Berlin School of Electronic Music. The title track and "Transcendental Overdrive" almost take on pop qualities. Harald's live percussion opens up tracks like "So Weit, So Gut" and "Emphasis" for jammed out exploration. Where the album veers into the ambient space clusters of "B. Aldrian" or "Trauma", it's hard not to consider Synthesist the nexus of Krautrock, Kosmische, and New Age.
