A Laurel Halo le seguimos la pista desde aquel “King Felix” que editó a finales de 2010 en Hippos In Tanks. Ese era un EP de pop vaporoso y barroco que nos cautivó por la vía de la belleza espectral y del que ya posteamos un tema en su momento. Pero la verdad, su nuevo lanzamiento para el sello de Brooklyn nos ha pillado del todo desprevenidos. Y lo decimos en el mejor de los sentidos posibles. Sumergiéndose en terrenos más abstractos y psicodelicos, Halo (nombre real Ina Cube) presenta 6 nuevos cortes a medio camino entre el techno galáctico y el ambient de vocación lisérgica que nos tienen bastante flipados. Canciones en el que el juego de texturas y la experimentación sin red ganan terreno a las estructuras pop y en los que su voz suena más sepulcral que nunca envuelta en amalgamas de sintetizadores de pulsión mutante y evolución infinita. El hecho que los beats suenen más musculosos que nunca es la guinda del que, en nuestra opinión, es el mejor lanzamiento de Halo hasta la fecha y el que la confirma como una de las artistas más personales e interesantes de la eternamente efervescente escena de Brooklyn. Bravo.
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