En Rush Hour están que lo parten. Llevan un año en que casi todo lo que han sacado ha merecido dispendio. Y que siga, aunque nuestras maltrechas economías nos imploren “para ya, por favor”. Pero con maxis como este no hay nada que hacer. Uno se intenta convencer “si, está guay, pero suena tan Legowelt como muchos otros 12” del gran Wolfers” o “va, voy a pasar que no deja de ser una versión de un tema ya de sobras conocido y versionado”. Nada, palabrería, al final uno no puede resistirse y se lo lleva. Y llega a su casa. Y lo pone. Y luego otra vez. Y otra. Y finalmente acaba dando gracias a Dios por habérselo pillado. Porque este maxi es muy grande. Mucho más de lo que parece a primera vista. Una versión épico-ravera del clásico soul de First Choice que, escuchada a todo volumen, deja patidifuso. Deseando que alguien organice una rave en algún almacén abandonado para poder pincharlo a +8. Viva Legowelt. Viva Rush Hour. Compra obligada.
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