Hay artistas que, por una razón o otra, graban una obra maestra y después desaparecen del mapa (o casi). Este es el caso de Connor Kirby-Long. Era 2004 cuando Type editó “Handwriting”, un álbum que se cuenta entre mis favoritos de la década. Estaba firmado por un tal Khonnor, por aquél entonces un chaval de 17 años que había grabado el disco en la soledad de su habitación, con un equipo realmente precario. Un PC cualquiera, una guitarra y un cutre-micro de esos que venían antes con los ordenadores le bastaba a este chaval de Vermont para volcar su teen angst en un disco que es belleza en estado puro. Influencias de Fennesz, Jim O'Rourke, el shoegazing, Sonic Youth i el indie pop se mezclaban en canciones que eran postales descarnadas sobre los sentimientos de un joven que no acababa de entender el mundo que le rodeaba. Puede que técnicamente el disco dejase mucho que desear, que no se entendiera lo que cantaba, que algunas letras sonaran ingenuas, pero joder, pocos discos más honestos y viscerales he escuchado en mi vida. Se notaba que le salía directamente del corazón, sin pretensiones ni cortapisas. Un disco de esos para escuchar de noche, con cascos y recostado en la cama. Llegué a verle en directo, en el Sonar de 2005, y, aunque creo que las críticas no fueron muy buenas, a mi me gustó. Pero desde entonces...nada. Ha seguido editando discos, álbumes que ha grabado con buenos presupuestos y en grandes estudios en los que ha seguido la senda de los maestros de la experimentación que le han inspirado, también ha seguido editando todo tipo de freakadas lo-fi bajo innumerables alias (Gazza Fagot, Grandma, I Cactus...) pero nada que se acerca ha esa obra monumental que fue su debut. Y eso aún le da más valor. Porque demuestra que fue fruto de alguien a quién sus circumstancias vitales en un momento determinado le llevaron a querer (o a necesitar) sacar todo lo que llevaba dentro en forma de música. Connor creció y dejó de ver la vida con los mismos ojos. Como todos, perdió la inocencia y empezó a comprender como realmente funcionan las cosas. Y con ello, desaparecieron esos sentimientos que uno sólo vive de adolescente; la ingenuidad, la confusión, el pensar que lo mejor está por venir y amor del que duele. Y eso es exactamente lo que fue es disco. Gracias a Type eso quedó plasmado en “Handwriting” para siempre.
Un par de temas del disco. Creo que ahora no es fácil encontrarlo pero vale la pena el esfuerzo.
Un par de temas del disco. Creo que ahora no es fácil encontrarlo pero vale la pena el esfuerzo.
En este vídeo podemos ver a Khonnor y sus amigos mostrandonos un trocito del lugar donde han crecido
3 comentarios:
Esta música es para dies d'hivern. Me gusta
Love it!
joder menudo descubrimiento!
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