Cuando uno piensa en la Roland TB 303 rápidamente una palabra le viene a la cabeza; acid. La historia es de sobras conocida; un emulador de bajos defectuoso, un par de jóvenes con ganas de experimentar y voilá; un estilo había nacido. Y es que pocas veces un máquina y un tipo de música han estado tan unidos. Pero no sólo de acid house vive la 303. De hecho, antes de la explosión de este estilo, ya había sido utilizada tanto en la música electrónica como en otros estilos. Uno de estos estilos fue el pop. Y el ejemplo perfecto de la utilización de su sonido burbujeante “fuera de contexto” es la canción que nos ocupa.
Orange Juice fue un grupo de pop diverso (por lo diverso de sus influencias) que empezó siendo el paradigma de lo indie para acabar renegando contra todo lo que significaba y intentar el asalto al mainstream. Para hacerlo, decidieron olvidarse del post-punk, de Postcard y de la filosofía DIY para abrazar sonidos de baile como el funk y la música disco. Era 1982 y el resultado fue Rip It Up; un disco que combinaba los ritmos disco, las guitarras funky y los toques africanos con melodías pop y que empezaba con Rip It Up, canción que se convertió en el primer hit (llegó al #8 de la lista de éxitos británica) que incluía la 303.
Orange Juice fue un grupo de pop diverso (por lo diverso de sus influencias) que empezó siendo el paradigma de lo indie para acabar renegando contra todo lo que significaba y intentar el asalto al mainstream. Para hacerlo, decidieron olvidarse del post-punk, de Postcard y de la filosofía DIY para abrazar sonidos de baile como el funk y la música disco. Era 1982 y el resultado fue Rip It Up; un disco que combinaba los ritmos disco, las guitarras funky y los toques africanos con melodías pop y que empezaba con Rip It Up, canción que se convertió en el primer hit (llegó al #8 de la lista de éxitos británica) que incluía la 303.
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