Durante la pasada edición del siempre interesante festival In-Edit pude ver “Wild Combination”, el documental sobre Arthur Russell. Es un documental sin alardes, bien estructurado y muy emocional. Creo que todos los que estábamos en la sala salimos bastante tocados. Y es que, momentos como el de su novio explicando cómo Arthur contrajo el sida (él estaba convencido de que eran monógamos) o los esfuerzos que hicieron sus padres para comprenderlo son increíblemente intensos sin caer en el dramatismo facilón. No es extraño que acabara ganando el premio al mejor documental internacional.
Arthur Russell fue alguien poco común, como persona y como músico. “Wild Combination” retrata perfectamente (ya desde el título) estas dos dimensiones desde un punto de vista totalmente objetivo. Nacido en Iowa, América profunda, tuvo una infancia complicada, marcada por su carácter introspectivo y su dificultad para relacionarse con los demás.
Después de pasar por una comuna budista en San Francisco, fue en una ciudad con tantos contrastes como Nueva York donde la contradictoria personalidad de Russell encontró finalmente su sitio. Se hizo un habitual de The Kitchen, un espacio que daba la oportunidad a creadores de vanguardia de mostrar su trabajo y interactuar con otros artistas. Allí fue donde trabajó con gente como John Cage y Philip Glass. A su vez, descubrió el ambiente libertario y de celebración permanente de los clubs de baile de la ciudad. Este contraste entre el cierto intelectualismo de la comunidad artística de Nueva York y el desenfreno del underground nocturno marcaría para siempre sus creaciones.
Pocos músicos han sido capaces de crear en ámbitos tan distintos como el folk y la música disco sin perder coherencia y personalidad. En la obra de Arthur Russell, aún pareciendo dispersa, hay una serie de constantes que delatan su visión (y obsesión). Experimentación, repetición, texturas, delicadeza, minimalismo. Elementos de la música electrónica que adaptaba al folk, elementos del pop que adaptaba a la música disco.
Como Dinosaur L, Felix o Loose Joints firmó producciones perfectas de disco mutante. Temas que en la época se pinchaban en el Paradise Garage o en el The Loft de David Mancuso y que, hoy en día, aun suenan innovadoras. “It’s All Over My Face”, “Tell You”, “Go Bang”…por su originalidad, su perfección sonora y su detallismo no exageramos si decimos que son algunas de las mejores producciones de la era disco. De sus producciones “con beat”, mención aparte merece el disco-recopilación “Calling Out Of Context”, una mezcla imposible entre electro primigenio, disco, experimentación y pop espacial. Seguramente mi reedición favorita de las que ha hecho el sello Audika. En este disco se incluye “Get Around to It”, tema que Henrik Schwarz incluyó en su Dj Kicks, en lo que es una muestra más de la influencia de Russell en la música de baile contemporánea. Precisamente a raíz de esta canción, en el documental se nos da una muestra de la obsesión por el sonido que tenia Russell en el momento en que Tom Lee, su novio, explica como le dio mil y una vueltas al sonido de la batería del tema en cuestión y como nunca acabó contento del todo. Una obsesión que le llevó a recluirse en su piso para pasar horas y horas componiendo música (lo único que hacia aparte de escuchar obsesivamente sus propias canciones) y grabando sus temas mas introspectivos, los que luego conformarían su celebrado disco “World Of Echo”. Su cello, su voz, percusiones minimalistas y toneladas de efectos (reverb, echo, distorsión). Canciones extrañas, delicadas, oscuras, cristalinas y tremendamente emocionales. Así era su música, así era él y así nos lo muestra el documental. Indispensable para todo aquel que alguna vez se haya sentido atraído por su música.
Arthur Russell fue alguien poco común, como persona y como músico. “Wild Combination” retrata perfectamente (ya desde el título) estas dos dimensiones desde un punto de vista totalmente objetivo. Nacido en Iowa, América profunda, tuvo una infancia complicada, marcada por su carácter introspectivo y su dificultad para relacionarse con los demás.
Después de pasar por una comuna budista en San Francisco, fue en una ciudad con tantos contrastes como Nueva York donde la contradictoria personalidad de Russell encontró finalmente su sitio. Se hizo un habitual de The Kitchen, un espacio que daba la oportunidad a creadores de vanguardia de mostrar su trabajo y interactuar con otros artistas. Allí fue donde trabajó con gente como John Cage y Philip Glass. A su vez, descubrió el ambiente libertario y de celebración permanente de los clubs de baile de la ciudad. Este contraste entre el cierto intelectualismo de la comunidad artística de Nueva York y el desenfreno del underground nocturno marcaría para siempre sus creaciones.
Pocos músicos han sido capaces de crear en ámbitos tan distintos como el folk y la música disco sin perder coherencia y personalidad. En la obra de Arthur Russell, aún pareciendo dispersa, hay una serie de constantes que delatan su visión (y obsesión). Experimentación, repetición, texturas, delicadeza, minimalismo. Elementos de la música electrónica que adaptaba al folk, elementos del pop que adaptaba a la música disco.
Como Dinosaur L, Felix o Loose Joints firmó producciones perfectas de disco mutante. Temas que en la época se pinchaban en el Paradise Garage o en el The Loft de David Mancuso y que, hoy en día, aun suenan innovadoras. “It’s All Over My Face”, “Tell You”, “Go Bang”…por su originalidad, su perfección sonora y su detallismo no exageramos si decimos que son algunas de las mejores producciones de la era disco. De sus producciones “con beat”, mención aparte merece el disco-recopilación “Calling Out Of Context”, una mezcla imposible entre electro primigenio, disco, experimentación y pop espacial. Seguramente mi reedición favorita de las que ha hecho el sello Audika. En este disco se incluye “Get Around to It”, tema que Henrik Schwarz incluyó en su Dj Kicks, en lo que es una muestra más de la influencia de Russell en la música de baile contemporánea. Precisamente a raíz de esta canción, en el documental se nos da una muestra de la obsesión por el sonido que tenia Russell en el momento en que Tom Lee, su novio, explica como le dio mil y una vueltas al sonido de la batería del tema en cuestión y como nunca acabó contento del todo. Una obsesión que le llevó a recluirse en su piso para pasar horas y horas componiendo música (lo único que hacia aparte de escuchar obsesivamente sus propias canciones) y grabando sus temas mas introspectivos, los que luego conformarían su celebrado disco “World Of Echo”. Su cello, su voz, percusiones minimalistas y toneladas de efectos (reverb, echo, distorsión). Canciones extrañas, delicadas, oscuras, cristalinas y tremendamente emocionales. Así era su música, así era él y así nos lo muestra el documental. Indispensable para todo aquel que alguna vez se haya sentido atraído por su música.
Algunas de sus producciones Disco:
Dinosaur L - Go Bang! (Sleeping Bag Records)
Loose Joints - It's All Over My Face (West End Records)
Felix - Tiger Stripes (Sleeping Bag Records)
El trailer del documental:
EDIT: En los comentarios encontrareis un link desde donde podeis descargar el documental. Gracias K**O!!!!
1 comentario:
AR es Dios.
Yo el docu me lo he bajado de aquí:
http://www.foriegnmoviesddl.com/2008/11/wild-combination-portrait-of-arthur.html
Esencial.
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