Este blog lo he escrito a raiz de una pequeña conversación que tuve ayer con un amigo. Trata sobre la crisis, sobre la CRISIS DEL VINILO.
Hace un tiempo que me pregunto qué pasará con el vinilo. Leí recientemente que el mercado del vinilo no estaba tan bien desde hacía mucho tiempo. Las fábricas hacen turnos de 24 horas y las ediciones se agotan y se reponen. Todos los clasicos del rock, soul, pop, heavy etc, se están replanchando, vuelve a haber mercado.
En contrapartida, qué ha pasado con la música de baile? por qué la mayoría de sellos ya no plancha más de 500 copias? Por qué ya no se venden?
Es evidente que desde hace un tiempo el mundo del deejayismo ha girado un poco la espalda a este formato que les dio el nombre (pinchadiscos). Los que parecían ser los salvadores del vinilo, y lo fueron en la decada de los 90, principios del 2000, han sido los primeros en pasar toda su música a un ordenador y llevar una maletita con el portatil y cd's. Y es que realmente para el deejay que tiene que trotar mundo, olvidarse de las pesadas maletas de 80-100 discos y utilizar el ordenador como herramienta ha sido una liberación y un salto qualitativo a la creatividad (o eso dicen), ya que el formato digital además permite manipular en directo las canciones como nunca antes se había hecho.
Tan rápido se ha desecho el deejay profesional del vinilo en sus sesiones que me hace pensar que quizas el único vinculo entre vinilo y deejay era la más absoluta necesidad.
Así pues en esta epoca de modernización y de comodidades nos hemos dejado al protagonista en casa: el vinilo.
El vinilo no es solo un formato, es algo más, afirmará cualquier deejay. Pero porque? Por el sonido? Por el fetichismo? Porque es el único formato fisico que vale la pena comprar?
Pero la verdad es que toda la industria mira el futuro y ve en las tiendas digitales la salvación, sobretodo los sellos, que pueden salvar su culo gracias a Beatports y a itunes, porque si por vendas físicas fuera, el 90% de sellos estarían en bancarrota.
La cuestion es que con mi compañero con el que hablaba de este tema, comentábamos que antes si querías pinchar tenías que aplicarte, rebuscar cubetas, ahorrar, comprar discos de vinilo y eso era toda tu ilusión. Pero ahora internet ha abierto la veda para todos. Está todo eso es absolutamente maravilloso y encima en muchos casos gratuito.
Entonces me pongo en la pield e un jovenzuelo de 17 años y como le explicas a ese chaval, que empieza a pinchar que es mejor comprarse un vinilo a 7-10 euros que un mp3 a 1,49 si le va adar la misma utilidad? Y peor aún, porque debería comprarse ese chaval un vinilo si ninguno de los deejays que ve cada finde semana en clubs y festivales pincha con vinilos? Ay señores dejotas, todo el sector clama al cielo que no se venden vinilos de musica de baile pero ellos son los primeros que lo han dejado en casa para pinchar. Claro que la encrucijada de los deejays era peliaguda: o acarrear la maleta ad eternum para dar ejemplo a los chavales de que el auténtico deejay es un vinileras y permanecer ajeno a tecnologías, o permitir que nuevas herramientas tecnológicas entraran en el sector desterrando el vinilo a una posición secundaria en la profesión. Creo que se ha escogido la segunda y si se ha escogido es porque quizás el vinilo ya no es competitivo, si romantico, si objeto de deseo de cualquier amante de la música, pero no competitivo.
A mi no me da excesiva pena que se vendan más o menos vinilos porque se que los buenos e siguen vendiendo. No tengo una tienda, entonces si me joderia y a ellos hay que dar gracias por luchar y por ofrecer las novedades semanales pero en este sentido soy bastante egoista y mientras pueda seguir comprando lo que me gusta en vinilo, dormiré muy tranquilo, al estilo yonqui. Soy fan del vinilo hasta tal punto que una de mis preocupaciones en la vida cuando era un mocoso era que pasaría cuando se acabara el petroleo en el mundo y no se pudieran fabricar más vinilos.
Es por ello que me sabe mal (creo que por nostalgia más que nada) que el vinilo desaparezca como formato prioritario pero quizás era el momento de una retirada elegante. La más alta condecoración para una buena pieza musical era hasta hace poco que se editara en vinilo (por desgracia a dia de hoy ya hay muy buena música que no se plancha en vinilo). Era su momento de máximo esplendor el tener el formato fisico, colocar la aguja, y que sonara. Y más importante de todo esto, si se planchaba en vinilo dejaba constancia de que esa canción había existido más allá de discos duros y el volatil mundo digital.
Pero quizás estamos en un momento en la música de baile (un genero que se está quedando sin ideas o eso dicen) en que muy pocas piezas se merecen esa alta condecoración y dejar constancia de que han existido.
Gracias y opinad si queréis.
HIVERN